Seguramente, si preguntamos a un empresario cuál es su principal objetivo, nos respondería “obtener el máximo beneficio al menor coste”, lo que traducido en un lenguaje simplificado es “obtener más con menos”. Este objetivo, es un concepto, una estrategia, y se llama LEAN MANAGEMENT.

Con su implementación lo que buscamos es que los diferentes agentes que intervienen en el proceso productivo – de cualquier producto o servicio – funcionen de una manera más eficaz y eficiente, conllevando una mayor rentabilidad, un menor coste y una mayor satisfacción del cliente.

No requiere de una inversión, pues se basa en eliminar los agentes, procesos o herramientas, que suponen un coste adicional u obstáculos a un mejor desarrollo y comercialización del producto, consiguiendo así evitar gastos innecesarios, errores y una ralentización en el proceso productivo.

Es un modelo global, que implica en su implementación a la totalidad de la empresa, a todos los departamentos, pues sólo interrelacionando todos los engranajes del sistema se logra el objetivo.

Requiere de un análisis pormenorizado del conjunto, lo que permite que tras su implementación se pueda obtener una comparativa objetiva respecto a la situación que se tenía anteriormente.

Fomenta el trabajo en equipo, la colaboración, pues todos los trabajadores son una pieza fundamental en el proceso de cambio. Se crea una filosofía de equipo, los trabajadores estarán más motivados y serán más eficientes.

La estrategia LEAN MANEGEMENT bien aplicada nos lleva al concepto de calidad total, que redunda en una mejora del producto o servicio, a un ahorro de costes, a un aumento de satisfacción de nuestros trabajadores, a un aumento de satisfacción en el cliente y por ende, a un aumento de nuestros beneficios.